Si eres fan de la lasaña, seguramente sabrás que el secreto para que quede absolutamente deliciosa está en conseguir el perfecto gratinado al horno. Y, como expertos en lasañas, hoy venimos a contarte todos los trucos que necesitas para gratinar al horno la lasaña y alcanzar ese toque crujiente de sabor, cremosidad y textura que tanto nos gusta. ¡No te lo puedes perder!
El queso
Una de las primeras dudas que surge, y no es para menos, es sobre qué queso es mejor para gratinar la lasaña. Lo primero que debes saber es qué tipo de quesos se utilizan para conseguir el gratinado perfecto, ya que cada uno tiene una composición diferente que aporta unas cantidades de cremosidad o incluso grasa al plato que pueden llegar a variar bastante el sabor o darnos un efecto que no deseamos. Por tanto, cuando pensemos en gratinar nuestra lasaña, deberemos pensar en qué queremos conseguir: ¿queremos ese toque crujiente sobre la bechamel que nos encanta? ¿Un queso con un sabor más intenso? ¿Una lasaña más cremosa?
Nuestras lasañas cuentan con variedad de quesos en función del tipo de lasaña e ingredientes, como puede ser el trío invencible de la lasaña de espinacas y queso: queso fresco, queso mozzarella y queso cheddar. Pero la realidad es que nuestro queso estrella para conseguir el gratinado que buscamos es la mozzarella. Este tipo de queso, que encontrarás como ingrediente común en las lasañas de La Cocinera, le aporta una cremosidad ideal que, con el punto justo de crujiente, es lo que lo convierte la lasaña en un plato irresistible.
Gratinado
Ahora que sabemos qué queso es el que utilizamos para gratinar nuestras lasañas, procedemos al último paso clave: el gratinado. Aunque parezca obvio, ¡conseguir gratinar tu lasaña de manera perfecta tiene su técnica! De hecho, ¿sabías que el gratinado es la fase final del proceso de preparación del plato y no forma parte del tiempo de cocción? Pero no te preocupes, venimos a darte nuestros trucos de expertos en lasañas para que gratinar al horno te parezca un juego de niños.
Como se indica en las instrucciones, la forma de preparar la lasaña es precalentando inicialmente el horno a 220ºC unos 15 minutos. Después la introduciremos en el horno y dejaremos que se cocine durante unos 25 o 35 minutos aproximadamente, según la potencia del horno. Pasado este tiempo, es importante vigilar que esté hecha o casi hecha para proceder a darle el toque mágico final: el gratinado. Para ello, utilizaremos la función grill de nuestro horno durante unos 5 minutos aproximadamente.
Si nuestro horno no cuenta con la función grill, no hay problema: la alternativa es subir la temperatura al máximo, que suelen ser unos 250ºC, colocar la rejilla con la lasaña en la parte superior del horno –en lugar de en la parte central, que es la que usamos habitualmente en la fase de cocción– y dejarla unos pocos minutos para conseguir que la capa superior de queso se dore y se vuelva crujiente. Cuando veamos el color ligeramente tostado al punto que nos gusta, apagaremos el horno. Esta última fase terminará de preparar nuestra lasaña para darle ese resultado final exquisito que nos encanta.
¡Et voilá! Lista para servir y disfrutar.
Consejos extra
Para conseguir un gratinado uniforme se recomienda ir moviendo la lasaña de posición, de tal forma que el calor llegue a toda la superficie por partes iguales y tengamos una capa de queso gratinado perfecta.
También recomendamos servir el plato caliente, recién salido del horno. De lo contrario, al enfriarse el queso adquirirá otra textura, más rígida y menos sabrosa, que hace que pierda el encanto de la elasticidad y el crujiente del gratinado. Así que ya lo sabes, ¡prepara tu lasaña en el momento justo antes de comer!
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