Con una historia de varios siglos a sus espaldas, el origen de la lasaña es en realidad, el origen de diferentes tipos de lasañas.
El término lasaña proviene del griego “lasanon”, que a su vez procede del latín “lasanum”, los cuales hacían referencia al recipiente
donde se cocinaba este tipo de pasta en láminas.
El origen de la lasaña se remonta al siglo I d.C. y fue Apicio, un gastrónomo romano y supuesto autor del libro de recetas en latín “De re coquianaria”, quien se refirió por primera vez a la receta de la lasaña, aunque no era exactamente tal y como la conocemos ahora.
Describió un plato formado por láminas finas de pasta, rellenas de carne y cocinadas al horno que denominó “lagana”.
No obstante, el filósofo romano Cicerón ya mencionaba su pasión por el “Lagum”, un plato muy similar a la lasaña elaborado a partir de tiras largas de pasta. En la Edad Media numerosos escritores también hicieron referencia a la lasaña en sus obras.
Sin embargo, todo parece indicar que el origen de la lasaña tal y como la conocemos en la actualidad data de 1316.
Cuando los ingleses se auto-adjudicaron el plato en un diario londinense, indicando que la primera mención documentada de la lasaña fue en un libro de recetas de 1390 dedicado al monarca Ricardo II, las autoridades italianas aportaron evidencia de que la auténtica creadora de la lasaña fue Maria Borgogno, quien en 1316 ya elaboraba su propia receta, muy parecida a la que conocemos hoy.
La lasaña, en origen, incluía capas alternadas de pasta y queso, según la describió Francesco Zambrini en el “Libro di Cucina” en 1863. La receta original se enriqueció con la inclusión del tomate en la cultura gastronómica popular. De hecho, la primera receta de lasaña con tomate data de 1881, que apareció en el libro “Principe dei cuochi o la vera cucina napolitana”, de Francesco Palma.
Lasaña Boloñesa
Entre todos los tipos de lasañas italianas que existen, una de las más conocidas en el mundo es sin duda, la lasaña boloñesa.
Este plato elaborado con láminas de pasta incluye capas de bechamel y salsa boloñesa, también conocida como ragú, que se elabora con carne picada de ternera y cerdo, zanahoria, apio, cebolla, tomate y sal. Y se le añade por encima queso parmesano rallado para conseguir ese delicioso gratinado.
Lasaña Napolitana
Es un plato típico de carnaval que se prepara con láminas de lasaña, mozzarella, scamorza, salsa de tomate, huevos, albóndigas, ricotta y ragú napolitano, una salsa similar a la salsa boloñesa que se elabora con carne de ternera y trozos de otros tipos de carne, jamón y embutido mezclado con zanahoria, apio y salsa de tomate, aliñada con pimienta y hojas de mejorana.
También existen diferentes tipos de lasaña en América. Unas de las más típicas es el pastel azteca, originario de México, que se elabora a base de tortillas mexicanas y chile con carne, así como el pasticho venezolano, una versión criolla de la lasaña al horno italiana con salsa de tomate, carne picada, bechamel y queso parmesano.
Lasañas de La Cocinera:
tan buenas como las caseras y en menos tiempo
Una buena lasaña necesita ingredientes de calidad. En La Cocinera lo sabemos y por eso optamos siempre por unos ingredientes seleccionados cuidadosamente y en el caso de la lasaña boloñesa, de carne 100% nacional.
Nuestras lasañas están preparadas tal y como las preparan las abuelas. Hacemos la pasta fresca al huevo y la bechamel. Cocinamos el ragú a fuego lento y lo dejamos reposar durante todo un día para que los sabores se fundan y le den ese toque casero inconfundible.
Seguimos todos los pasos de la receta original y nos tomamos todo el tiempo necesario, para que tú no tengas que hacerlo y puedas disfrutar de una lasaña como la de la abuela en apenas 15 minutos.
¿Sabías qué?
Los diferentes tipos de lasaña italiana han traspasado las fronteras nacionales para colarse en la gastronomía mundial, tanto que cada 29 de julio, se celebra el Día Mundial de la Lasaña en honor a este plato.
Pero no solo eso, ¡la lasaña también ha rebasado el confín terrestre!
En 2013 el chef Davide Scabin preparó una lasaña boloñesa para la Estación Espacial Internacional. Bautizada como la “lasaña espacial”, cada porción dura 36 meses y soporta el proceso de deshidratación e hidratación sin perder su sabor.
Y es que, aunque ha pasado mucho tiempo desde el origen de la lasaña, este plato nos sigue evocando esa agradable sensación de estar en casa, ¿verdad?.