Las empanadillas son un plato con infinidad de posibilidades, ya que podemos variar su relleno con ingredientes tanto dulces como salados. En general, se suelen freír con abundante aceite, pero ¿cómo podemos hacer empanadillas al horno sin que se peguen de una forma más sana? Sigue leyendo para descubrir todos los secretos y disfrutar de este plato tradicional.
Lo primero de todo es elegir qué variedad de empanadillas nos apetece comer. En La Cocinera llevamos muchos años elaborando este plato tradicional para que disfrutes de esta delicia como en casa y con una variedad de sabores diferentes.
Después, el primer truco para preparar nuestras empanadillas es forrar nuestra bandeja en las que las vayamos a cocinar con papel de horno. Esto evitará que se peguen al recipiente y que después sea más complicado servirlas adecuadamente. A la par, calentamos el horno a 220 ºC. Así que, apuntalo a la lista de la compra porque este papel debes tenerlo siempre en casa, te facilitará muchas de tus comidas.
Seguidamente, colocamos nuestras empanadillas congeladas de La Cocinera sobre la bandeja y si quieres conseguir un resultado más dorado y crujiente, nuestro chef nos recomienda pintarlas con huevo batido antes de meterlas al horno.
¡Ojo! Es importante dar la vuelta a las empanadillas a la mitad del cocinado para que se doren por ambas partes. Tendremos nuestras empanadillas en el horno entre 8 y 10 minutos aproximadamente.
Cuando veamos que las empanadillas están doradas, las sacamos del horno para no cocinarlas en exceso, con el fin de evitar que se tuesten demasiado.
ERASE
¡Ojo! Es importante dar la vuelta a las empanadillas a la mitad del cocinado para que se doren por ambas partes. Tendremos nuestras empanadillas en el horno entre 8 y 10 minutos aproximadamente.
Tipos de empanadillas
¿No tienes claro qué tipo de empanadillas te apetecen hoy? No te preocupes que te dejamos toda la variedad disponible en La Cocinera, aunque no descartamos que se te haga la boca agua y quieras probarlas todas:
- Empanadillas de atún: inconfundiblemente irresistibles…y las más famosas. Atún, huevo y tomate… ¡sabrosísimas!
- Mini empanadillas de atún: si te quieres dar un capricho como aperitivo de una cena o cuando te apetece picotear algo, pero no sabes el qué… esto es un verdadero pequeño bocado lleno de sabor.
- Empanadillas de carne: exquisita opción para los paladares más exigentes. Acompáñalas con una ensalada o una crema de verduras ligera y lo tienes todo.
- Empanadillas de pollo: si tienes una cena o comida de imprevisto, este será tu aperitivo salvavidas, pero también una de las elecciones favoritos de los niños.
¡Nunca fallan!
Y si quieres probar a sorprender a los más mayores con unas recetas similares a las empanadillas pero que no lo son, puedes atreverte a probar nuestros crepes rellenos de jamón y queso. Son sabrosísimos y seguro que conquistan a todos los paladares.